En referencia al articulo anterior, hoy voy a hablaros de las posibilidades terapéuticas, es decir, el tratamiento desde el punto de vista de la fisioterapia y la osteopatía.

En primer lugar hay que hacer una anamnesis, que no es otra cosa que una elaborada y exhaustiva entrevista con el paciente para saber el tipo de lesión ante la que nos encontramos. A continuación se realiza una inspección visual para comparar simetrías óseas, valorar si hay inflamación o malas posturas. Se le pide entonces al paciente que se tumbe en la camilla para la exploración física mediante palpación manual y se le indica que realice ciertos movimientos o gestos para completar una buena valoración funcional, es decir, comprobar que parte del cuerpo no se mueve con normalidad debido al dolor, al bloqueo articular o a la falta de fuerza. Con la recogida de todos estos datos se puede establecer un juicio diagnostico de fisioterapia y un plan de tratamiento específico, individual y personalizado.

El tratamiento consistirá, dependiendo de cada caso, en la aplicación de técnicas de terapia manual como estiramientos, masaje, manipulaciones, ejercicios dirigidos, técnicas de fisioterapia invasiva como la punción seca y sobre todo la participación activa del propio paciente en el tratamiento, explicándole el tipo de lesión que tiene y los ejercicios que debe realizar en casa así como las posturas y movimientos que debe evitar.

Todo ello orientado a recuperar el equilibrio musculo-esquelético del hombro y el paciente se cure.