La tortícolis congénita es una desviación de la línea media de cabeza del bebé. Para entender el proceso es necesario conocer su fisiopatología, es decir, porqué se produce y como abordarlo. Puede producirse por una malposición del bebé en el vientre materno, o por una lesión muscular durante el parto. En cualquier caso el denominador común va a ser el músculo Esternocleidomastoideo (ECOM). Este músculo está localizado detrás de nuestras orejas y se dirige hacia la parte anterior del cuello en el ángulo formado por nuestras clavículas y el esternón. Tenemos por tanto un ECOM derecho y otro izquierdo. por la orientación de sus fibras a modo de rampa o tobogán, éste músculo cuando se contrae solo de un lado mueve la cabeza de la siguiente manera: El ECOM derecho acerca la ojera derecha al hombro derecho a la vez que lleva la nariz y la mirada hacia la izquierda elevándose la barbilla. Una tortícolis no es otra cosa que una contractura en el ECOM. Así pues una tortícolis izquierda (ECOM izquierdo acortado) obliga la cabeza del bebé a mirar a la derecha manteniendo el cuello inclinado a la izquierda. Para corregir el problema, la posición de la cabeza del bebé debería ser mirando a la izquierda y con el cuello inclinado a la derecha manteniendo alto el mentón.